Miércoles 22 de octubre de 2014
Las ONG integradas en el Programa Antídoto de lucha contra los cebos envenenados han mostrado gran preocupación por las medidas que ya se están llevando a cabo para el control de las altas densidades de topillos registradas en algunas zonas de Castilla y León.
Según el Programa Antídoto, “la Junta vuelve a ceder ante las presiones de la organizaciones profesionales agrarias (OPA) y está autorizando ciertas prácticas como la quemas de rastrojos, cunetas y ribazos, que ya han demostrado en el pasado ser medidas completamente ineficaces”.
Estas quemas, que se han extendido también a riberas, choperas y zonas sensibles y protegidas, se están realizando sin un adecuado control, denuncia el Programa Antídoto.
Además, las ONG que lo integran rechazan de tóxicos como la bromadiolona, de uso masivo en anteriores campañas: “Este veneno conlleva un riesgo para la salud pública y tiene un grave impacto sobre la fauna depredadora que consume los roedores intoxicados, lo que genera un mayor desequilibrio ambiental que favorece el desarrollo de plagas agrícolas”.
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