Miércoles 22 de octubre de 2014
La distribución de dos especies de rapaces carroñeras migradoras varía a escala continental. En las áreas de cría que tienen en Europa, alimoches y milanos negros se concentran en el espacio, mientras que cuando invernan en África se dispersan más.
La humanización del entorno reduce y concentra las fuentes de alimento para las aves carroñeras migradoras, según un trabajo publicado en PloS ONE. En el estudio colaboran la Estación Biológica de Doñana (EBD) y la Universidad Miguel Hernández, de Elche (Alicante), entre otras entidades.
Este proceso es debido principalmente al declive de la ganadería extensiva en Europa, donde la mayor parte de las carroñas se deposita en muladares por normativa sanitaria.
Por el contrario, en el Sahel africano, las economías rurales, la diversidad de especies que componen los rebaños y las irrupciones de langostas suponen fuentes de alimento más variadas y dispersas en el espacio. Por ello las aves se distribuyen de manera más homogénea a la vez que diversifican sus dietas, se indica en este trabajo.
Los resultados se han elaborado a partir de observaciones sistemáticas de alimoches y milanos negros. Mientras que en Europa la probabilidad de detectarlos aumenta en vertederos y muladares, en África este patrón no se detecta.
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