Miércoles 22 de octubre de 2014
El Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) y la IE Universidad de Segovia han investigado la casuística del envenenamiento de fauna silvestre en la cordillera Cantábrica. Los resultados señalan al “riesgo percibido de ataques de lobo al ganado” como el principal desencadenante.
En cambio, la presencia de oso no fue una causa importante para desencadenar esta práctica ilegal, según las conclusiones de este trabajo, publicado en la revista Journal of Applied Ecology.
El estudio está basado en más de un centenar de casos de envenenamiento en la cordillera Cantábrica, que afectaron a unos 230 ejemplares de 25 especies entre 2000 y 2010.
La mayoría de las especies afectadas fueron rapaces, sobre todo buitre leonado (64 ejemplares). Entre los mamíferos destaca el envenenamiento de una veintena de lobos. Nada menos que once especies catalogadas como amenazadas a escala estatal o mundial se vieron afectadas, entre ellas el oso pardo (8 ejemplares) y el alimoche (14 ejemplares).
Los investigadores indican que la lucha contra el veneno en la zona de estudio debería centrarse en resolver el conflicto existente entre los ganaderos (principalmente de bovino) y el lobo.
Más información: Patricia Mateo-Tomás y otros autores (2012). Alleviating human–wildlife conflicts: identifying the causes and mapping the risk of illegal poisoning of wild fauna. Journal of Applied Ecology, 49 (2): 376-385.
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