Aún sin aprobar la mayoría de los planes de gestión de la Red Natura 2000
Miércoles 22 de octubre de 2014
Cumple veinte años la norma que por coherencia y ambición marcó un antes y un después en la conservación de la biodiversidad europea: la Directiva Hábitats. Pero su principal fruto, la Red Natura 2000, sigue lastrado en España por el retraso con los planes de gestión de los lugares que integran ese sistema de áreas protegidas.
por Gema Rodríguez y Luis Suárez
El 21 de mayo de 1992 se aprobó la Directiva Hábitats, elemento clave de la legislación europea en lo que se refiere a la política de conservación.
Considerada por muchos como la norma más moderna del mundo en su materia, es un intento muy significativo de frenar la creciente pérdida de biodiversidad en nuestro continente.
Gracias a la Directiva Hábitats se ha podido abordar en todo este tiempo la protección de cerca de un millar de especies y más de doscientos tipos de hábitats en toda la Unión Europea (UE).
Además, en virtud de esta normativa, los Estados miembros se han comprometido a designar Zonas de Especial Conservación (ZEC), conocidas en su primera fase como Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), para proteger los hábitats y las especies de fauna y flora de interés comunitario.
Estos espacios, junto con las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) previstas por la Directiva Aves, conforman la Red Natura 2000, que ocupa el 17’5% de la UE, con una superficie de casi 950.000 kilómetros cuadrados.
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