Miércoles 22 de octubre de 2014
Un reciente cambio de tendencia en la gestión de las fincas de caza de la sierra de Hornachuelos (Córdoba) ha tenido consecuencias adversas para el buitre negro (Aegypius monachus). Entre los años 1996 y 2000, prácticamente se han duplicado las autorizaciones para practicar la caza de perdices (Alectoris rufa) con reclamo, en detrimento de las tradicionales monterías de jabalíes (Sus scrofa). El resultado ha sido un aumento de los cebos envenenados y un declive paralelo de la gran carroñera, tal y como ponen de manifiesto los biólogos Pablo Dobado, técnico del Programa Buitre Negro en Andalucía, y Rafael Arenas, jefe del servicio de Gestión del Medio Natural en la delegación cordobesa de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. También incluimos una nota de Justo Martín e Íñigo Fajardo sobre identificación de buitres negros a partir del diseño de su cabeza.
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