Una culebra lisa meridional (Coronella girondica), ambas localizadas en el municipio salmantino de Casafranca (foto: Guillem Alemany).
BALANCE ACTUALIZADO SOBRE LAS VÍBORAS Y CULEBRAS QUE HABITAN EN EUROPA
Miércoles 22 de octubre de 2014
La fauna europea de víboras y culebras puede cifrarse en 35 especies, aunque el área de distribución de algunas de ellas coincide tangencialmente con los límites geográficos del continente. La mayoría de los ofidios están protegidos por la ley, pero se aprecia un declive generalizado de sus poblaciones a causa de la pérdida y fragmentación del hábitat. Algunas especies de la Europa oriental, como las víboras de Orsini y de Milos, son las más amenazadas.
por Álvaro Camina
Europa alberga una alta diversidad de reptiles, especialmente las regiones bañadas por el mar Mediterráneo. Bien es cierto que los reptiles en general y las serpientes venenosas en particular han suscitado siempre una clara animadversión social. Sin embargo, en los últimos años se ha ido extendiendo poco a poco la idea de que muchas de estas especies son extremadamente raras y algunas de ellas se encuentran en grave peligro de extinción.
Podríamos establecer un primer grupo con las 35 especies de serpientes que habitan en mayor o menor medida dentro del continente europeo (1), todas ellas pertenecientes a las familias Colubridae (culebras) y Viperidae (víboras). Los datos concretos sobre las especies ibéricas pueden encontrarse fácilmente en la Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles, coordinada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (2). Pero hay poca información sobre las especies europeas más orientales y proceden, además, de fuentes menos contrastadas.
De esas 35 especies de ofidios, 22 podrían considerarse estrictamente europeas. Las 13 restantes requieren algunas consideraciones particulares. Algunas de ellas no aparecen en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) o no hay datos sobre su categoría de amenaza. Este es el caso de la serpiente ciega o serpiente gusano (Typhlops vermicularis), la boa de arena (Eryx jaculus) y las culebras argelina (Hemorrhois algirus), de monedas (Hemorrhois nummifer), de estepa (Elaphe dione), de Esculapio italiana (Zamenis lineatus) y lisa europea (Coronella austriaca); a ellas habría que sumar Macrovipera lebetina y Dolichophis caspius, ya sin nombre vulgar en castellano. Resulta especialmente sorprendente el caso de la culebra lisa europea (C. austriaca), una de las especies más ampliamente distribuidas. Por otra parte, tanto la serpiente ciega como la boa de arena pertenecen a familias distintas (Typhlopidae y Boidae, respectivamente) y cuentan con rasgos peculiares que dificultan su inclusión dentro de las especies europeas.
Otro grupo a considerar es el formado por la culebra látigo rojiza (Platyceps collaris) y la culebra enana (Eirenis modestus), así como por las víboras otomana (Montivipera xanthina), de Kaznakov (Vipera kaznakovi) y subalpina del Cáucaso (Vipera dinniki). Estas especies podríamos considerarlas principalmente asiáticas, ya que su área de distribución en Europa suele limitarse a la región caucásica. En otras palabras, son cinco ofidios con una presencia limitada en el continente europeo y poco relevante para el conjunto de sus poblaciones.
Noticias relacionadas