Ciencia a pie de calle

Brújulas de calor

: Ejemplar adulto de tortuga china de caparazón blando (Pelodiscus sinensis) capturado en el río Sarawak (Malasia) y dos de los embriones utilizados en el experimento de Wei-Guo Du (2). Como puede verse, la nuca del embrión (N) está orientada dorsalmente o hacia el lateral izquierdo según la procedencia de la fuente de calor durante la incubación (fotos: Indraneil Das y Bo Zhao).
Miércoles 22 de octubre de 2014
La regulación de la temperatura corporal en los animales
de sangre fría parece ser un comportamiento propio
de los adultos. Sin embargo, un reciente estudio
revela que la termorregulación puede comenzar
cuando los reptiles son aún embriones,
antes de que eclosionen.

Salvador Herrando Pérez
herrando-perez@adelaide.edu.au >salvador.herrando-perez@adelaide.edu.au


El comportamiento
A quienes tengan casa en el campo o les guste pasear por la montaña, les resultará familiar la imagen de una lagartija asoleándose sobre una roca. En efecto, los reptiles son animales ectotermos (la temperatura ambiental determina su temperatura corporal), y sus cuerpos soportan amplias variaciones térmicas, tanto a lo largo del día como en el transcurso del año (poiquilotermia). Muchas especies ectotermas regulan su temperatura mediante el comportamiento, es decir, detectan diferencias en su entorno y se desplazan hacia zonas cálidas o frescas en función de la necesidad del momento (1). Sin embargo, al tratarse de un comportamiento innato, es plausible que ya esté programado en la fase de embrión.

El experimento
El investigador chino Wei-Guo Du ha estudiado tal posibilidad en la tortuga de caparazón blando (Pelodiscus sinensis). Obtuvo para ello 260 huevos frescos de esta especie en una granja de tortugas de Hangzhou (China). Observó cada huevo por transparencia ante una fuente de luz y marcó con una señal de lápiz la posición del embrión en el punto de unión entre la nuca y el caparazón.