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Efectos de las oscilaciones atmosféricas en la fauna marina

LA OSCILACIÓN DEL ATLÁNTICO NORTE Y SU INFLUENCIA EN ATUNES Y TORTUGAS MARINAS

Miércoles 22 de octubre de 2014
El fenómeno atmosférico conocido como Oscilación del Atlántico Norte determina el clima a lo largo y ancho de esta amplia región del globo. Puede tener fases positivas o negativas, que a su vez determinan los vientos y las temperaturas a un lado u otro del océano. Obviamente, la fauna marina no es ajena a estos vaivenes climáticos, sobre todo las especies que emprenden grandes migraciones.

por José Carlos Báez, Juan Jesús Bellido y Raimundo Real


El clima en el océano Atlántico, la cuenca del Mediterráneo y los continentes circundantes es muy variable y buena parte de esa variabilidad se debe a la Oscilación del Atlántico Norte o NAO, por las siglas de North Atlantic Oscillation. Como índice climático, la NAO fue definida por primera vez por Gilbert T. Walker en 1924. Para ello, Walker se sirvió de la diferencia de presión atmosférica en superficie (densidad de la masa de aire) entre la estación de Ponta Delgada (Azores, Portugal) y la de Stykkisholmur (Islandia). El índice ha sido objeto de ajustes posteriores mediante técnicas paleoclimáticas y normalizadoras, de manera que ahora disponemos de una serie mensual de registros bastante precisa.

El índice NAO puede adoptar signo positivo o negativo, lo que a su vez tiene diferentes repercusiones en el clima. Durante una fase positiva se observan en Islandia, así como en todo el Ártico, anomalías de presión negativa a nivel del mar, mientras que en las Azores dichas anomalías de presión son positivas. Durante una fase negativa de la NAO ambos fenómenos se verifican en sentido contrario.

Pie de foto: Liberación de una tortuga boba (Care-tta caretta) capturada accidentalmente en un palangre de superficie (foto:
Salvador García-Barcelona).

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