CAMPOS Y MONTES
Miércoles 22 de octubre de 2014
No pocas veces nuestras observaciones de campo contradicen lo que aparece descrito en las guías de aves sobre distribución, hábitat, comportamiento y alimentación de algunas especies. Es lo que me ha pasado con el piquituerto común (Loxia curvirostra), una especie forestal que suele verse en los bosques de coníferas, tanto naturales como de repoblación. Es un pajarillo habitual en los pinares de los sistemas montañosos castellano-leoneses, donde encuentra los nichos adecuados para nidificar y abundancia de piñones, su principal alimento. No obstante, en invierno también puede encontrarse en robledales y otros bosquetes de hoja caediza o marcescente, situados en zonas más bajas. En concreto, es muy frecuente por estas fechas en los páramos palentinos aledaños al río Cueza, en los bosques isla de roble melojo (Quercus pyrenaica) que salpican los cultivos cerealistas. La presencia de los piquituertos se detecta por su sonoro reclamo, un chuik-chuik que personalmente me recuerda el sonido de una piedrecita al golpearla contra el hielo.
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