Opinión

S’Albufera, ante el reto de mejorar la calidad de sus aguas

Miércoles 22 de octubre de 2014
Debido al aporte tanto de acuíferos como de torrentes, las aguas dulces predominan
en s’Albufera de Mallorca. Pero las consecuencias para el humedal más importante
para las aves de Baleares –léase salinización y eutrofización– de un entorno
dominado por una agricultura intensiva están pidiendo a gritos una mejor
gestión hídrica del territorio donde se asienta.

Maties Rebassa y Martín Llobera


El humedal costero de s’Albufera, situado junto a la bahía de Alcudia, en el noreste de Mallorca, fue declarado Parque Natural en enero de 1988. Fue el primero de las islas Baleares. Sus valores naturales han sido y son ampliamente reconocidos, especialmente en lo concerniente a su avifauna, sin parangón en todo el archipiélago. Fueron precisamente las aves, y el inminente riesgo de desaparición al que se veían abocadas por la degradación de los hábitats palustres, las que motivaron las campañas ecologistas que culminaron con la protección legal de buena parte de la zona húmeda.

Desde entonces, la gestión conservacionista encaminada a su salvaguarda y recuperación ha dado notables frutos, con modélicas restauraciones de hábitats perdidos o muy degradados, así como fuertes incrementos en el número de especies y ejemplares que hacen uso del humedal (ver Quercus 272, págs. 34 a 40). Podría parecer que está ya todo resuelto, pero no. Aún valorando mucho los avances hechos hasta la fecha, cabe dar ahora un paso más.

Hoy en día nadie se cuestiona que la calidad de una zona húmeda se encuentra condicionada por la calidad de sus aguas. Igualmente es de dominio común que un humedal no puede preservarse sin tener en cuenta sus cuencas hidrográfica e hidrogeológica, es decir, las unidades y masas de agua sobre las que se asienta y de las que se nutre. Por desgracia, no siempre se actúa de acuerdo a lo que es sabido. El ejemplo de s’Albufera de Mallorca es paradigmático en este sentido. Veamos por qué.

PIE DE FOTO: Fotografía aérea de los extensos carrizales de s’Albufera. Los situados a la derecha del cortafuegos central son los que entran dentro del parque natural que protege este humedal costero del noreste de Mallorca (foto: Maties
Rebassa).