Agricultores del sureste madrileño apoyan en sus tierras a esta especie
Miércoles 22 de octubre de 2014
Con el proyecto “Un mochuelo en cada olivo” la asociación Brinzal, dedicada a las rapaces nocturnas, está demostrando que lo que es bueno para la vida silvestre también lo es para el agricultor. Una gestión más ecológica de varias fincas en el sureste de Madrid está ya haciendo subir a la población de mochuelos.
por Iván García, Raúl Alonso,
Patricia Orejas y Francisca Lopes
Las poblaciones de mochuelo europeo han descendido en España un 40% en los últimos quince años, a causa principalmente de que la agricultura se ha intensificado enormemente y se ha impuesto el monocultivo, con la consiguiente homogenización del hábitat.
La utilización de fertilizantes químicos y todo tipo de pesticidas (fungicidas, insecticidas y rodenticidas) pueden producir una toxicidad directa sobre el mochuelo. Pero la repercusión más importante es la desaparición total o parcial de las presas de esta especie (ratoncillos, escarabajos, grillos, lombrices y otros pequeños invertebrados que consume).
Paralelamente, el roturado excesivo de la tierra, la desaparición de linderos y la utilización de herbicidas transforma o elimina el hábitat de estas pequeñas presas, lo que reduce aún más su disponibilidad para nuestros mochuelos.
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