Participantes en un testing de Biodiversidad Virtual en el Parque Natural de Redes (Asturias) fotografían mariposas (foto: Alberto Hurtado).
Miércoles 22 de octubre de 2014
En Quercus 336 (febrero de 2014) dedicábamos un extenso artículo a la araña Selenops radiatus. En el texto se explicaba que tras casi dos siglos sin noticias de esta especie, su redescubrimiento en España había sido posible gracias a las fotografías incorporadas a la plataforma ciudadana Biodiversidad Virtual. Pero, ¿qué existe tras ese nombre? Pues todo un ejemplo sin precedentes de participación ciudadana nacido en nuestro país, gracias al cual se ha logrado recoger y catalogar más de un millón de fotografías sobre fauna, flora, paisajes, formaciones geológicas o fenómenos atmosféricos.
El resultado ha sido la mayor base de datos de imágenes geo-referenciadas del mundo a través de Internet dedicada a la biodiversidad y surgida de la labor altruista de miles de naturalistas aficionados. El complemento ideal a este trabajo espectacular ha sido la dedicación de un incansable equipo de expertos al reto de catalogar todo ese acopio de imágenes, que están siendo base de numerosos artículos científicos e investigaciones, así como para elaborar guías visuales llamadas “taxofichas”.
Más información, Biodiversidad Virtual es una idea de la asociación Fotografía y Biodiversidad. Su base es la web
www.biodiversidadvirtual.org, donde el usuario puede subir fotografías y consultar información. Pero el proyecto ha ido creciendo y multiplicándose de forma exponencial y está también en la redes sociales, además de contar con la revista digital BV News.
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