José Mª Rey Benayas, presidente de FIRE, coloca una caja nido para aves insectívoras en la finca “Concejiles”, en La Zarza (Badajoz). Foto: FIRE.
Miércoles 22 de octubre de 2014
Demostrado el gran potencial que tienen las aves insectívoras como plaguicidas biológicos y baratos: el consumo anual de las que criaron en cajas-nido instaladas en un viñedo cercano a la ciudad de Valladolid fue de mil kilos de invertebrados.
por José Antonio Montero
Las aves insectívoras de diferentes especies que ocuparon y criaron en más de cuarenta cajas-nido colocadas en un viñedo de doscientas hectáreas cercano a la ciudad de Valladolid consumieron en un solo año 1.009’06 kilos de insectos y otros invertebrados.
El dato procede de un proyecto de “restauración ecológica estratégica” sobre los beneficios para el agricultor de estas pequeñas aves en cultivos leñosos mediterráneos, que ha llevado a cabo la Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE).
La iniciativa “Campos de vida”, con la que FIRE busca conciliar la producción agrícola con el aumento de la biodiversidad, es el origen de este proyecto demostrativo. Su acción principal ha consistido en la colocación de cajas-nido para facilitar que se reproduzcan las aves insectívoras. Desde principios de 2013 se han instalado más de trescientas unidades de estos nidales en viñedos, olivares y frutales de las provincias de Valladolid, Ciudad Real y Badajoz.
Autores:
Pablo Muñoz y Gloria Giralda (
gloria.giralda.carrera@navarra.es) son jefe y bióloga, respectivamente, de la Sección de Hábitats del Gobierno de Navarra. Fermín Urra es técnico de biodiversidad de la empresa pública Gestión Ambiental e Navarra.
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