Macho de cangrejo de río ibérico en su hábitat, un símbolo de nuestros ecosistemas fluviales cuya condición autóctona es objeto de debate (foto: Francisco Javier Galindo).
Turno de réplica
Miércoles 22 de octubre de 2014
En Quercus 334 (diciembre de 2013) se publicó un artículo en el que se cuestionaba el carácter nativo del cangrejo de río ibérico y con ello la idoneidad de destinar fondos a su recuperación. Es cierto que la información que respalda esa condición de especie autóctona puede no haber dejado huella en los documentos analizados hasta ahora, pero sí está escrita: lo está en su ADN.
Por Francisco Javier Galindo, Fernando Alonso y Javier Diéguez
Los cangrejos de río ibéricos, juntamente con los que habitan la península Itálica, así como algunas regiones de los países adriáticos y la parte más meridional de Francia, se asignan actualmente a la especie Austropotamobius italicus. Al no haber sido formalmente descrita, aquí utilizaremos el nombre Austropotamobius pallipes, como recomienda el grupo de trabajo europeo sobre cangrejos de río Craynet.
La información disponible actualmente sobre la distribución histórica y la estructura genética de A. pallipes es una de las más completas de nuestra fauna acuática. Como defenderemos a continuación, los datos científicos confirman su carácter autóctono: este extremo ha sido debatido y aceptado en las sucesivas reuniones científico-técnicas que desde hace casi treinta años se vienen realizando sobre la especie en España, con la participación de personal investigador de diversas universidades y del CSIC, así como técnicos de la mayor parte de las comunidades autónomas implicadas y del ministerio competente. Sus conclusiones y recomendaciones han llevado además a su catalogación como “Vulnerable” en nuestro país (no lo estuvo hasta 1998) y “En peligro” en varios catálogos regionales, así como a la redacción de una estrategia nacional del cangrejo de río todavía pendiente de aprobación (1).
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