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Marismas cantábricas: vitales en la migración de las espátulas

Varias espátulas, algunas con anillas de colores, descansan en las marismas de Santoña (Cantabria) durante su viaje migratorio entre Europa y África (foto: Juanjo Aja).

DATOS DE SEGUIMIENTO DE LA ESPECIE EN TXINGUDI, URDAIBAI Y SANTOÑA

Miércoles 22 de octubre de 2014
Las marismas cantábricas son vitales para las aves acuáticas migratorias de la ruta del Paleártico occidental. Para la espátula común destaca la importancia de Txingudi y Urdaibai, en el País Vasco, y Santoña, en Cantabria. Ofrecemos los datos del seguimiento del paso postnupcial de la especie en esos tres humedales, donde se deberían regular mejor las actividades profesionales y recreativas para evitar molestias a las espátulas.

por Rafael Garaita, Juanjo Aja, Luis García Usillos, Xabier Garate y José Luis Gómez Quintas


La espátula común (Platalea leucorodia) es una especie de amplia distribución paleártica, que nidifica en unos pocos puntos desde Europa hasta China, la India, el mar Rojo y el norte de África. La actual distribución en pequeñas poblaciones dispersas es el resultado de una reducción de su área primitiva de cría, que presentaba muchas más colonias, debido principalmente a las perturbaciones causadas por el hombre y a la pérdida de hábitat en décadas pasadas. De hecho, para conservadores, responsables de la gestión de espacios naturales, científicos y ornitólogos esta ave acuática es todo un símbolo de la protección de las zonas húmedas.

Especie colonial, anida a menudo en colonias mixtas con otras especies acuáticas como garzas, garcetas, cigüeñas, cormoranes o gaviotas. Nidifica en árboles o a ras de suelo entre vegetación de marisma o de dunas. Su dinámica reproductiva está muy condicionada por las inundaciones o la escasez de agua que se da algunos años en sus zonas de cría, especialmente en el ámbito mediterráneo. El éxito reproductor también depende de la disponibilidad de alimento, la depredación y condiciones climatológicas como pueden ser las lluvias intensas o las granizadas en primavera.

La población mundial se ha estimado en 65.000-142.250 ejemplares, de los cuales el 50-75% se localiza en Europa. En la actualidad se reconocen tres subespecies de las cuales la nominal, P. l. leucorodia, es la que está presente en nuestro continente, repartida en dos poblaciones diferenciadas.

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