Tramo litoral de Guam, isla del Pacífico occidental perteneciente a Estados Unidos (foto: NOAA).
Miércoles 22 de octubre de 2014
Las islas son interesantes no sólo por albergar paraísos naturales exclusivos. Funcionan también como verdaderos laboratorios de procesos ecológicos que nos permiten comprobar con una velocidad e intensidad extraordinaria los efectos de amenazas globales como la invasión de especies exóticas: la serpiente arborícola marrón en Guam es un caso de libro.
Por Jorge F. Orueta
Es el lema de algunas actividades y campanas de SEO/BirdLife y encabeza nuestro manifiesto
por las aves y la calidad de vida: “.Te imaginas un mundo sin aves?”. Seria algo inconcebible,
en palabras del famoso divulgador científico y ornitólogo Jared Diamond, ganador del Pulitzer, a quien tuve la oportunidad de conocer en Madrid el ano pasado. Los antiguos griegos si lo concebían y la palabra άορνος (avernos, “sin aves”) paso a definir la entrada del infierno y, por extensión, al infierno mismo. “Avernos” era también el topónimo de varios cráteres, cuevas o ríos que, por la presencia de gases tóxicos, carecían de avifauna.