Cultivos forestales, sobre todo de pino de Monterrey (Pinus radiata), en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai (Vizcaya). Foto: Joseba del Villar / Fundación Lurgaia.
Tribuna
Miércoles 22 de octubre de 2014
Dejémoslo claro desde el principio: un cultivo forestal no es un bosque. Los diez millones de árboles que nos prometen en la nueva gran campaña mediática de plantaciones nos plantea la duda de si lo que se pretende es lo primero o lo segundo. Dilucidarlo es decisivo, puesto que se pide un apoyo ciudadano masivo para una acción que puede beneficiar a la biodiversidad –y, por extensión, a todos nosotros– o todo lo contrario.
Por Fundación Lurgaia
En el cuento alegórico “El hombre que plantaba árboles”, del autor francés Jean Giono, publicado en 1953, el pastor Elzéard Bouffier va plantando, durante décadas, miles y miles de robles, hayas, abedules, arces, encinas… Se crean bosques, los antiguos manantiales vuelven a brotar y “las fuentes rebosan agua sobre tapices de menta silvestre”. Y las llanuras monótonas y desnudas en el departamento de Alpes de Alta Provenza, escenario de la obra, se transforman en ambientes rebosantes de vitalidad y prosperidad.
Probablemente los árboles ejercen una atracción especial para los seres humanos por su majestuosidad, su longevidad y su belleza. Plantar un árbol tiene además un claro sentido simbólico, quizás asociado a la idea de trascendencia. Quizás por eso lo de despuntar como misión vital junto con tener un hijo y escribir un libro. Viene esto a cuento de la campaña “El Árbol es Vida”, presente desde hace unos meses en numerosos medios de comunicación. Esta iniciativa, que surge de la Fundación Española de la Madera y en la que participan también el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, busca “difundir la cultura del árbol y el uso de productos de madera mediante la plantación de 10 millones de árboles en el territorio español”. Pretende también “asegurar la gestión forestal sostenible, contribuir a mitigar el cambio climático y consolidar un sector clave para la economía y el empleo, como es el sector de la madera”.
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