Grupo de murciélagos mediterráneos de herradura (Rhinolophus euryale), perteneciente a una colonia de Tous (Valencia). Foto: Miguel Ángel Monsalve).
Martes 27 de enero de 2015
Ahora que se señala a los quirópteros frugívoros africanos como posible origen de la epidemia de Ébola, es el momento de decirlo: los murciélagos en España no solo no suponen amenaza alguna para las personas. Nos proporcionan además grandes beneficios, por ejemplo el control biológico sobre las plagas agrícolas.
Por Miguel Ángel Monsalve
En las últimas semanas se han sucedido diversas noticias en la prensa escrita con titulares alarmistas que apuntan a los murciélagos como una amenaza para el hombre, por ser estos mamíferos portadores de una gran diversidad de virus como el de la rabia o el Ébola. Este tipo de mensajes genera un rechazo infundado hacia unos animales que ya de por sí tienen importantes problemas de conservación.
En España no existen antecedentes de ningún caso de transmisión de enfermedades de murciélagos a personas, ni siquiera a otros mamíferos terrestres. Además, las poblaciones europeas de murciélagos no tienen contacto con las de zonas subsaharianas donde se ha localizado el virus del Ébola. En nuestras latitudes son fundamentalmente residentes, o lo que es lo mismo, no realizan migraciones.
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