Zona de matorral de la comarca del Garraf (Barcelona) que sufrió un incendio hace unos veinte años (foto: CREAF).
Lunes 27 de abril de 2015
Un estudio publicado on-line en la revista Nature Communications el pasado 24 de marzo concluye que los ecosistemas maduros resisten mejor el cambio climático porque su vegetación es más estable y resiliente a las alteraciones del entorno.
En cambio, los que han sido alterados, sea por causas naturales o por la actividad humana, y se están recuperando de una perturbación, son más susceptibles al cambio climático, al quedar con el terreno descubierto de vegetación.
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