Un investigador realiza un transecto por el interior del bosque, en la Reserva de Buenaventura (Ecuador). Foto: Jerónimo Torres.
Inician un estudio con participación española al sur de Ecuador, en la Reserva de Buenaventura.
Sábado 30 de mayo de 2015
Un equipo internacional de investigadores, entre ellos españoles, está evaluando los efectos que para la biodiversidad local conlleva el proyecto de reforestación y ecoturismo que se lleva a cabo en la Reserva de Buenaventura, al sur de Ecuador. Los primeros resultados confirman el gran valor de los bosques nublados.
Por Jerónimo Torres, José Manuel Seoane, Dan Cogălniceanu y Favián Maza
Los bosques del planeta albergan hoy en día más del 80% de la biodiversidad terrestre, contribuyen a combatir el cambio climático global mediante la captación de dióxido de carbono y aportan numerosos beneficios a nuestra especie. Sin embargo siguen desapareciendo a un ritmo de unos cinco millones de hectáreas cada año.
Entre los distintos bosques son muy conocidos los tropicales y principalmente las selvas lluviosas como la amazónica. Pero no tanto –aunque están igualmente amenazados– los bosques nublados tropicales montanos, localizados como su nombre indica en zonas montañosas de más de sesenta países.
Sí que han alcanzado fama mundial los que cubren los montes Virunga en África, hábitat de los gorilas de montaña. ¿Pero qué sabemos de los bosques montanos asociados a los Andes, aunque poseen una gran biodiversidad y un elevado número de endemismos? Conviene indicar que este hábitat alberga la mayor concentración de especies con área de distribución restringida de América del Sur.
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