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Un ‘trail’ metió en la tejeda del Sueve a más de cien corredores

Sector de la tejeda asturiana del Sueve por el que pasó la reciente carrera celebrada en este bosque. En el suelo se aprecia la huella del intenso trasiego humano (foto: Ignacio Abella).

¿Es apropiado convocar carreras multitudinarias en este bosque asturiano emblemático?

Sábado 30 de mayo de 2015
Una reciente carrera en la sierra asturiana del Sueve ha metido a más de cien participantes en algunos de los sectores más frágiles de la tejeda que hay en el interior de este espacio protegido. Como si no hubiera otro sitio para correr, se ha ido a escoger uno de los bosques más antiguos y a la vez castigados de nuestra geografía.

P Ignacio Abella


En los últimos tiempos, la sierra litoral del Sueve (Asturias) y la tejeda que alberga han cobrado un protagonismo merecido por la singularidad y relevancia de sus valores naturales, pero indeseable desde el punto de vista de la conservación.

La paradoja está servida: algunos de los enclaves silvestres de mayor interés deberían conocerse y protegerse para evitar su destrucción, pero al mismo tiempo se inicia su deterioro cuando comienzan a visitarse de forma masiva. A menudo, las administraciones, en vez de garantizar la protección de estos lugares privilegiados, se dedican a vender la “gallina de los huevos de oro”, antes aún de haber evaluado siquiera el impacto de nuevas actividades.

Algo así ocurrió el pasado 5 de abril con el llamado Trail del Sueve, la carrera que ha atravesado los ecosistemas más frágiles de la citada sierra. No me cabe duda, como aseguran los organizadores de esta prueba deportiva, de que tenían todos los permisos municipales y autonómicos. Pero es que, al fin y al cabo, a los responsables de concederlos nunca les ha interesado un ápice la conservación de estos ecosistemas.