El hito de la cría del quebrantahuesos en Cazorla viene precedido de un seguimiento de las aves reintroducidas que está deparando más de una sorpresa aún sin explicar. Entre ellas, la del adelanto de la edad de reproducción de los ejemplares reintroducidos, como es el caso de ‘Blimunda’, la hembra que ha criado con éxito.
Por Jesús Bautista, Elena Bertos, José María Gil, Marcos Moleón y Rafael Arenas
Miembros de la asociación Wilder South hemos iniciado en 2014 visitas de forma regular tanto a lassierras de Cazorla, Segura y las Villas (Jaén) como a la Sierra de Castril (Granada), con el propósito de recopilar información acerca de los quebrantahuesos reintroducidos en Andalucía estos últimos años. Se trata de un trabajo de apoyo a las labores que vienen desarrollando la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía y la Fundación Gypaetus.
Este seguimiento intensivo ha revelado información valiosa sobre la evolución de las características morfológicas individuales, el uso del espacio y la selección de territorios de nidificación, explotación de las áreas de alimentación y comportamiento reproductor –incluida la formación de parejas– de los ejemplares que se mueven por la zona de reintroducción y otras áreas adyacentes como Sierra Nevada.
Desde mediados de 2013 se han formado y consolidado dos parejas territoriales de quebrantahuesos en el área de reintroducción, ambas formadas por aves liberadas durante el programa. El primer emparejamiento se dio entre un macho liberado en 2006 (Tono) y una hembra liberada en 2010 (Blimunda). La pareja empezó a estrechar lazos a finales de 2012, cuando ambos presentaban edades de seis y dos años respectivamente. A finales de 2014, el macho empezó a construir un nido, en el que a principios del pasado abril nacería el primer pollo en estado salvaje después de 32 años de ausencia reproductora de la especie en Andalucía. El nido fue construido en un sector de nidificación histórico (ver Cuadro).