Formar parte de la Red Natura 2000 puede que no sea suficiente para evitar la tala de 2.600 abetos en uno de los bosques protegidos más interesantes del sur de Pirineos. La FCQ ve injustificada la autorización dada por el Gobierno de Aragón al Ayuntamiento de Laspuña (Huesca) para realizar esa corta.
Por Juan Antonio Gil
Entre las actividades que desarrollamos desde las entidades conservacionistas está la de acogernos al derecho de acceso a la información ambiental cuando detectamos alguna posible amenaza al medio natural.
Sin embargo, demasiadas veces comprobamos que aún queda un largo camino por recorrer para que ese derecho sea debidamente atendido por las administraciones públicas, que en general se resisten a dar la información o a darla completa.
Ejemplo de ello es la corta solicitada en un hayedo-abetal situado en la Sierra Ferrera, en el Pirineo aragonés.
El Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Aragón, a petición de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, nos remitió el pasado 22 de mayo las fotocopias de lo que denominan un expediente, que se inició por una petición del Ayuntamiento de Laspuña (Huesca) para la corta de abetos afectados por “una plaga de muérdago”.