Ha llegado el momento de que hagamos algo en defensa del lobo. Este suplemento especial es el primer paso de una campaña de la revista Quercus para inspirar un cambio de estrategia en la gestión de una especie capaz de levantar tantas pasiones. Queremos dejarlo claro desde el principio: proponemos que el lobo deje de ser una especie cinegética allí donde tenga esa consideración. En otras palabras, vamos a luchar para que se le confiera una mayor protección y mantenga el mismo estatus legal en toda España.
Tenemos buenas razones para comprometernos de esta manera. La primera es que nadie sabe a ciencia cierta cuál es la situación actual de la especie. Peor aún, se gestiona como si se supiera. El lobo es un carnívoro social y los censos al uso no suelen hablar de individuos, sino de territorios o grupos familiares. Ahora bien, una manada de lobos, estructurada jerárquicamente, puede estar formada por un número muy variable de individuos, lo cual arroja una considerable dificultad. Contamos con ella y, como primera medida, exigimos que se organice ya un censo nacional del lobo coordinado desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con la participación de todas las comunidades autónomas implicadas. Como es lógico, debe basarse en criterios científicos y realizarse con una metodología común. Damos por hecho que sus resultados sólo serán una aproximación, una simple estima, pero sin esos datos básicos no hay forma cabal de proponer y ejecutar medidas concretas.
Otra razón que nos mueve es la desastrosa gestión actual de la especie. No debe haber ningún otro representante de nuestra fauna sometido a tal cúmulo de calamidades: venenos, caza furtiva, batidas ilegales, campañas de intoxicación… Las difíciles relaciones de convivencia entre el hombre y el lobo se remontan al Neolítico, así que no son nada nuevo. Somos muy conscientes de este conflicto y una de nuestras prioridades será promover soluciones que favorezcan la aceptación social de la especie. Pero el desmadre que hoy en día gira en torno al lobo ibérico no es propio de un país europeo. Siempre se ha dicho que sólo el código de circulación supera a las leyes de caza en cuanto al grado de incumplimiento, pero lo que está ocurriendo con el lobo rebasa ya toda medida. Sin datos sólidos sobre una especie sometida a una gestión del todo inaceptable, nos parece más que justificado establecer de inmediato una veda indefinida sobre el lobo.
Pero aún hay un motivo más que nos lleva a lanzar esta campaña, que ahora echa a andar con una serie de artículos firmados por grandes entendidos en la investigación y la conservación del lobo, con los que hemos querido reflejar diferentes puntos de vista para que el lector saque sus propias conclusiones. Por nuestra parte, como revista decana de la prensa ambiental española, que se debe a unos lectores muy sensibilizados por el destino de nuestras especies, Quercus se ve legitimada para reclamar un régimen de protección legal que devuelva la dignidad a un animal que nos traslada a la versión más auténtica y emocionante de la naturaleza que queremos conocer y conservar. Para lograrlo, vamos a aportar toda nuestra influencia y capacidad de difusión