Desde Ecuador nos llega una formidable historia. La dedicación de un gran número de personas y entidades ha hecho posible que Tueri, una hembra de águila harpía herida de un disparo, pudiera ser rehabilitada y devuelta al medio natural, con un emisor satelital a su espalda, en la reserva amazónica de Cuyabeno.
Por Ruth Muñiz
Un disparo la arrojó al suelo inevitablemente. A pesar de ser el ave de presa más poderosa del mundo, quedó abatida, inválida y vulnerable en una zona boscosa de la provincia de Sucumbíos, en Ecuador, a la espera de un destino fatal. Pero un golpe de suerte hizo que la señora Romero la encontrase y avisase a los guardaparques de la extensa Reserva Faunística Cuyabeno, situada al noreste del país.
Patricio Donoso, el guardaparques que recogió a esta enorme hembra de águila harpía, trasladó inmediatamente al ave al Hospital Veterinario del Fondo Tueri de ayuda a la fauna silvestre, con sede en Quito, a unos trescientos kilómetros de distancia de la reserva de Cuyabeno.
Era el mes de junio de 2014 y en ese centro pudieron observar que nueve perdigones habían perforado el cuerpo del animal. Uno de ellos casi deja ciega a nuestra amiga, porque pasó a milímetros de su globo ocular. Otro, con peor suerte, atravesó y fracturó en su camino el cúbito izquierdo.
Autora: Desde hace quince años, la bióloga española Ruth Muñiz (harpyec@gmail.com ) trabaja en Ecuador, donde ha centrado su campo de acción en la conservación de grandes rapaces, especialmente con el águila harpía.
Más información: En Youtube se pueden ver los dos reportajes realizados por el programa La Televisión, de Ecuador, sobre la recuperación y liberación de Tueri, a través de
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