En 2005 comenzó un proyecto de restauración de hábitats al noreste de Extremadura, con el fin de enriquecer la biodiversidad de una finca asentada en uno de los territorios con mejores dehesas mediterráneas: el Campo Arañuelo. Diez años después, los 16 humedales habilitados están totalmente naturalizados.
Por Carmen Perona y David Álvarez l
En la finca “Valdepajares de Tajo”, del término municipal de Peraleda de la Mata (Cáceres,) se desarrolla nuestro proyecto Vivencia Dehesa. En 250 hectáreas de una de las comarcas de mayor valor natural del oeste ibérico (Campo Arañuelo) contamos con varios ecosistemas bien diferenciados: la dehesa es el paisaje principal y ocupa dos tercios de la superficie, pero también hay berrocal y monte cerrado, así como un conjunto de charcas que constituyen la marca distintiva de Vivencia Dehesa.
El proyecto surgió ante el estado en el que se encontraba la finca, castigada durante años por una ganadería mal gestionada, un encinar empobrecido y unas limitadas reservadas de agua. Con estos antecedentes, en 2005 se decidió emprender la restauración de los hábitats.
Autores: Carmen Perona, licenciada en Ciencias Ambientales, ha trabajado en las universidades de Rennes (Francia) y Murcia en proyectos de investigación sobre aves. Actualmente se dedica a la gestión ambiental de la finca “Valdepajares de Tajo”, junto con David Álvarez, técnico de medio ambiente y paisajista. Ambos son los impulsores del proyecto Vivencia Dehesa (vivenciadehesa@gmail.com ).
Más información, en www.vivenciadehesa.es
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