El pasado 28 de marzo apareció un págalo grande (Catharacta skua) con signos de agotamiento en una playa de Estepona (Málaga). Desde allí fue llevado a una clínica veterinaria donde estuvo sometido a cuidados durante una semana. Tenía las alas un poco descolgadas y quizá acusaba el esfuerzo de perseguir a otras aves marinas para robarles su alimento. Era incapaz de impermeabilizar el plumaje y su aparente estado de debilidad podía deberse al hecho de haber pasado un tiempo sin comer lo suficiente.
Tras pasar por la clínica veterinaria, fue trasladado a un recinto donde lo mantuvimos en cautividad hasta el 25 de abril, fecha en que fue liberado con éxito en la playa de Chilches (Vélez Málaga). Durante esos días fue alimentado con sardinas, jureles y boquerones, huevo y gónadas de merluza. En pocos días pasó de moverse con lentitud a aletear enérgicamente. Aunque su recuperación fue relativamente rápida, esperamos unos días más para comprobar que impermeabilizaba suficientemente el plumaje y no corría riesgo de que se le empapara tras la suelta. La decisión de liberarlo en Chilches fue por la escasez de gaviotas patiamarillas que hay allí, muy capaces de acosar al págalo.
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