La Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) continuó en 2016 con su labor de restauración de los arenales de La Manga (Murcia). El año pasado esta ONG pudo restaurar una superficie de 2'3 hectáreas, que vienen a sumarse a las 1'8 hectáreas restauradas en años anteriores, gracias a un proyecto que viene siendo apoyado por la Fundación Biodiversidad.
La Manga es la larga barra arenosa, de más de veinte kilómetros de longitud, casi toda ella densamente urbanizada, que separa del Mediterráneo al Mar Menor, la mayor laguna salada de la costa española. “Aunque a algunos les parezca sorprendente por su excesiva ocupación humana, se trata de un espacio donde resulta posible (y urgente) acometer acciones de restauración ambiental, recuperando los retazos de arenal que aún subsisten pese al desarrollo urbanístico”, indica Pedro García, presidente de Anse.
Estos trabajos están permitiendo conservar las poblaciones de diversas especies amenazadas de la flora de las dunas, como la zanahoria marina (Echinophora spinosa), la esparraguera del Mar Menor (Asparagus macrorrhizus), la tamarilla del Mar Menor (Helianthemum marminorense), la margarita de las dunas (Senecio glaucus) o la malva de Mauritania (Lavatera mauretanica).
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