En 2007 se puso en marcha la estación de anillamiento de aves en Txingudi, que junto con Urdaibai es el humedal vasco con más valor ornitológico. Diez años después, este centro ha anillado más de 25.000 aves de más de un centenar de especies, con especial dedicación a los paseriformes palustres y migratorios.
Por Juan Arizaga
Txingudi, en el noreste de la provincia de Gipuzkoa, es la comarca transfronteriza formada por los municipios que rodean la desembocadura del río Bidasoa, al oeste de los Pirineos.
Punto estratégico de entrada de aves migratorias transpirenaicas en la península Ibérica, los humedales que hoy perviven en Txingudi destacan por su papel como áreas de descanso para muchas aves migratorias.
Desde su origen en 1949, la oficina de anillamiento de la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha mantenido en Txingudi múltiples proyectos de seguimiento y estudio de aves. No obstante, no ha sido hasta 2007 cuando se estableció una estación de anillamiento permanente para estudiar el paso migratorio de pequeñas aves palustres.
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.
Autor: Juan Arizaga (jarizaga@aranzadi.eus) es director de la oficina de anillamiento de aves de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con sede en San Sebastián.
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