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El misterio de los tejones atrapados en una balsa de riego

Tejón en actitud de alerta, fotografiado en una de sus zonas de alimentación (foto: José Carlos de la Fuente).

Un caso real qUe podría inspirar actUaciones similares

Jueves 02 de marzo de 2017

Una balsa de riego, seca y en desuso, terminó por convertirse en una trampa para tejones en un pueblo de la provincia de Barcelona. Tras liberarlos, fue preciso emprender toda una labor detectivesca para averiguar cómo habían ido a caer allí. Conocer los hábitos de estos animales e interpretar sus huellas ha sido crucial para resolver el enigma.

Por José Carlos de la Fuente



Paco Martínez, Agente Mayor de Fauna en la comarca del Garraf (Barcelona), me hace llegar vídeos y fotos sobre una actuación llevada a cabo el día anterior. Mi trabajo consiste en la vigilancia urbanística y ambiental del suelo no urbanizable para el Ayuntamiento de Sant Pere de Ribes y colaboramos con los agentes rurales allí donde confluyen nuestras respectivas competencias. Además, hace años que mantengo con Paco una amistad cimentada en nuestra común afición a la fauna.

Según me explicó el agente, un tejón (Meles meles) había caído en una balsa de riego, vacía y en desuso, ubicada en un terreno de propiedad municipal. La construcción tiene unos 400 metros cuadrados de superficie y el tejón estaba acurrucado en uno de sus rincones, hecho un ovillo, con el estoicismo habitual en un animal atrapado cuando no consigue encontrar la salida. La balsa se encuentra entre el núcleo urbano de Roquetes y una urbanización, dentro del término municipal de Sant Pere de Ribes. Una zona de antiguos cultivos, abandonados hace décadas, a los que daba servicio esta balsa. El lugar, muy apreciado localmente, se conoce como Colls de Miralpeix y conecta con un bosque de pino carrasco costero asociado a extensiones de maquia mediterránea.

Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.