La pericia de los rastreadores de fauna puede acabar siendo una poderosa herramienta contra los cazadores furtivos. Esa es la sensación que deja un reciente encuentro de este colectivo en Sudáfrica, en el que participó nuestro país a través del plan de acción español contra el tráfico ilegal de especies, el TIFIES.
Por José María Galán
Acabo de aterrizar en Sevilla y mi primer destino es el Hospital Universitario Virgen del Rocío. La fiebre alta, los temblores y los dolores musculares apuntan a una gripe pero más de cien picaduras de garrapatas que cubren mis piernas sugieren otro posible diagnóstico. Me atiende el doctor Elías y comienza con el interrogatorio pertinente:
- ¿De dónde viene?
- De la reserva de Timbavati, junto al Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica.
¿Haciendo qué?
- Participar en un encuentro de instructores de rastreo de fauna e intercambiar experiencias sobre patrullas anti-furtivos.
- ¿Cuánto tiempo ha durado el encuentro?
- Doce días, andando a trochamonte y siguiendo rastros de rinocerontes.
- Está de cachondeo?
- No, si lo desea puede usted llamar al MAPAMA (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente), a la oficina del TIFIES en Madrid.
Autor: José María Galán (donana.galan@gmail.com ) es guía del Parque Nacional de Doñana y Senior Tracker por CyberTracker Conservation. Fue colaborador del profesor de investigación José Antonio Valverde en Doñana desde 1992 hasta 2002.
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