El dato de treinta aves muertas por colisión en un año en las pistas de pádel de Santa Marta de Tormes (Salamanca) ilustra un problema nuevo que va a más. Sin duda es ahora el momento de buscar soluciones eficaces antes de que la proliferación de estas instalaciones deportivas agrave esta mortandad de la avifauna.
Por Sergio de Haro
No es una novedad decir que las pistas de pádel son una trampa mortal para las aves. Ya en esta misma revista (ver Quercus 375, páginas 38 y 39) aparece un ejemplo de ello en los municipios madrileños de Montejo de la Sierra y Prádena del Rincón.
Pero lo preocupante ahora es la dimensión que puede estar adquiriendo el problema: estas instalaciones deportivas de paredes transparentes están de moda como equipamiento deportivo municipal. Y parece que se extiende cada vez más por toda la geografía española.
Es el caso de las pistas de pádel del barrio de La Fontana, en el municipio de Santa Marta de Tormes (Salamanca). Desde junio de 2017 miembros de la Asociación para el Estudio y la Conservación de la Naturaleza “La Enea” hemos registrado 29 aves muertas de 17 especies.
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.
Autor: Sergio de Haro es presidente de la Asociación para el Estudio y la Conservación de la Naturaleza “La Enea” (asociacionlaenea@gmail.com ), de Salamanca.