Miércoles 22 de octubre de 2014
Recientes análisis de ADN apuntan hacia la presencia de linces en Castilla-La Mancha. Pero desde la puesta en marcha hace tres años del plan regional de recuperación de la especie,
los avances desde el punto de vista de la conservación han
sido tan escasos que no auguran un gran porvenir
para estos posibles últimos supervivientes.
En septiembre de 2003 se aprobó el Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Castilla-La Mancha (ver Quercus 233, Especial Castilla-La Mancha). La medida fue acogida como muy positiva pero casi tres años después, poco se ha avanzado y el balance es negativo en su conjunto.
La Junta de Castilla-La Mancha parece dormirse en los laureles y estar convencida de que el éxito del plan se alcanza por el mero hecho de aprobarlo y adoptar algunas medidas de cara a la galería. Pero lo cierto es que las actuaciones desarrolladas han sido casi nulas, incluso después de confirmarse durante todo este tiempo, a partir del análisis de ADN en excrementos, que todavía queda algún lince ibérico (Lynx pardinus) en nuestra región.
Noticias relacionadas