A raíz de los sucesos sobre perros asilvestrados ocurridos en Friol (Lugo), Ascel llama la atención sobre la prudencia necesaria al abordar daños al ganado que se suelen atribuir automáticamente al lobo. Esta asociación recomienda que, a falta de confirmación rigurosa mediante peritajes genéticos, estos daños sean asignados a cánidos indeterminados.
Por Xabier Vázquez Pumariño
En enero de 2017 la Xunta de Galicia autorizó una batida para lobo en el concello de Friol (Lugo) ante el aparente aumento de daños sobre la ganadería. Tal batida, plagada de irregularidades, se saldó con la muerte a tiros de una perra.
Friol ha vuelto a ser noticia porque, según lo publicado en la prensa a mediados de septiembre, la Guardia Civil ha intervenido en la parroquia de Xiá para intentar capturar una veintena de perros asilvestrados que vagan por la zona, cerca de donde se autorizó la batida de 2017 y de donde se producían los daños al ganado.
Desde la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) creemos que la relación entre estos dos eventos no es casual.
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.
Autor: Xabier Vázquez Pumariño (xabiervp@gmail.com ) es biólogo y miembro de la junta directiva de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel).