Opinión

Llegó la hora de recuperar la Janda

Un bando de espátulas sobrevuela una zona de arrozales de la antigua laguna de la Janda, en la provincia de Cádiz (foto: Manuel Moreno).
Domingo 02 de diciembre de 2018

La que fuera una de las mayores lagunas españolas, desecada el siglo pasado y actualmente transformada por los usos agrícolas, es de titularidad pública, aunque se halla ocupada sin que existan títulos concesionales vigentes para ello. Las administraciones deben rescatar su posesión y acometer su posterior restauración.

Por Pedro Brufao Curiel, José Manuel López y Manuel Ángel Dueñas



La Janda, al sur de la provincia de Cádiz, fue uno de los humedales continentales más extensos de España, formado por un mosaico de lagunas de aguas dulces estacionales de escasa profundidad y con una extensa cobertura de vegetación. Su estratégica situación en el extremo sur de Europa, muy próxima al continente africano, la convertía en un área de descanso y paso obligado para cientos de miles de aves que anualmente migran a través del estrecho de Gibraltar.

Este legendario paraíso para las aves, conocido mundialmente desde los escritos de afamados naturalistas como Verner, Irby o José Antonio Valverde, quien fuera en la Janda testigo de las últimas grullas (Grus grus) que nidificaron en nuestro país, ha sido intensamente alterado con fines agrícolas. Pero esta transformación no ha conseguido acabar con sus aún hoy frecuentes inundaciones y la presencia de numerosas aves que convierten a la Janda en uno de los mejores destinos de turismo ornitológico del sur de España en la actualidad.

Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.


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