Han sido varios los intentos de publicar una Flora que compendie de forma sistemática las especies vegetales presentes en España. La primera fue la Flora Española de José Quer a finales del siglo XVIII y la última, aún no concluida, la Flora Iberica que edita desde 1986 el Real Jardín Botánico de Madrid.
Por Carlos Aedo y Antoni Buira
En 1784 aparecieron en Madrid los volúmenes 5 y 6 de la Continuación de la Flora española, ó Historia de las plantas de España, que escribía Joseph Quer, con los que Casimiro Gómez Ortega, a la sazón primer catedrático del Real Jardín Botánico, daba por concluida la obra (1). Habían pasado más de veinte años desde que Quer iniciara su Flora Española, de la que no pudo ver más que los tres primeros tomos, ya que el cuarto se publicó pocos meses después de su fallecimiento en 1764 y los dos últimos en 1784 (2).
Quer había nacido en Perpiñán el 26 de enero de 1695, en el seno de una familia acomodada del Rosellón. Su padre fue oficial del ejército y él mismo cirujano del Regimiento de Soria, después de que el Rosellón fuera cedido a Francia por el Tratado de los Pirineos. Su temprano interés por las plantas, muy relacionado en aquella época con su profesión sanitaria, fue un acicate para aprender por sí mismo y acopiar un herbario que iba completando con ejemplares procedentes de las plazas a las que era destinado su regimiento.
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