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Avatares del bigotudo en España y Europa

Macho de bigotudo en un carrizal de la provincia de Toledo (foto: Jesús Cobaleda / Shutterstock).

Poblaciones reducidas y de tamaño muy variable

Jueves 03 de octubre de 2019

Cualquier amante de las aves sabe que el bigotudo es un pajarillo desconcertante. Suele verse u oírse en muchos humedales españoles, para luego hacerse muy raro o incluso desaparecer como si se lo hubiera tragado la tierra. ¿A qué achacar una distribución tan irregular? ¿Qué le pasa al bigotudo?

Por Juan Jiménez



La conservación de la naturaleza, vocación de muchas personas y ocupación remunerada de unos pocos, está llena de sobresaltos y malas noticias. De hecho, la Biología de la Conservación se ha definido como una disciplina de crisis (1). En buena medida, estos sustos son producto de la actividad de nuestros conespecíficos, que van desarrollando sus proyectos sin tener en consideración sus repercusiones sobre las especies silvestres que nos acompañan en este momento y en este lugar. La termodinámica nos enseña que cualquier alteración en el sistema producirá cambios y que siempre serán “a costa” de algunos de sus elementos. Por ejemplo, si dedicamos un terreno a la ganadería, y lo hacemos con cuidado, favoreceremos a las especies propias de los pastizales, pero excluiremos a las de los matorrales; pero si reforestamos una zona vendrán los pájaros de los bosques y se irán los de zonas abiertas; si construimos una ciudad, haremos desaparecer bajo el cemento hectáreas de suelo natural o agrícola, pero probablemente liberemos una superficie mucho mayor de terreno antes ocupada por habitantes dedicados al sector primario. Nunca hay una solución perfecta para todos: con pocos depredadores habrá muchas presas y con muchos herbívoros habrá menos plantas.

Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.


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