Miércoles 22 de octubre de 2014
Todos los años, cuando llega el otoño, millares de milanos reales (Milvus milvus) procedentes del norte y del centro de Europa cruzan los collados pirenaicos para invernar en la península Ibérica. Su comportamiento gregario les impulsa a reunirse en dormideros comunales, lo que ha permitido a un nutrido grupo de voluntarios de la Sociedad de Ciencias Aranzadi emprender un seguimiento continuado de la población invernante en Navarra, que se ha convertido de este modo en una de las mejor conocidas. Como nos relatan dos de sus miembros, Juan Ignacio Deán y Alfonso Fernández, el objetivo es evaluar la evolución demográfica del milano real a largo plazo, con datos sobre distribución y uso de los dormideros, ya sea diario o estacional. Tales emplazamientos, que se cifran en torno a la veintena, han adquirido una importancia decisiva para la conservación de la especie.
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