En el extremo sureste de Costa Rica, el bosque tropical esconde un pequeño paraíso para una de las joyas faunísticas del país. La reserva del proyecto Ara Manzanillo lleva años luchando para recuperar uno de los loros centroamericanos más amenazados: la lapa verde. A fecha de hoy, los avances son más que evidentes.
Por Claudio Açaí Bracho
Allá donde las estribaciones orientales de la sierra de Talamanca colindan con la bravura del Caribe, completamente integrado en la inmensidad de las húmedas y lluviosas forestas, encontramos el refugio del proyecto Ara Manzanillo, dedicado a la lapa verde o guacamayo ambiguo (Ara ambiguus).
La lapa verde es un loro de espectacular plumaje y gran porte, siendo el segundo guacamayo más grande que existe, sólo por detrás del muy amenazado guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus).
Históricamente, la lapa verde se extendía de forma continua, siguiendo la influencia del Caribe, desde Honduras hasta el norte de Colombia. Actualmente, las poblaciones de los seis países donde sobrevive se encuentran muy fragmentadas, con una subespecie en Ecuador -el guacamayo de Guayaquil- especialmente amenazada.
Autor: Claudio Açaí Bracho Estévanez (claudiobracho9696@gmail.com ) ha colaborado como voluntario en el proyecto Ara Manzanillo.
Más información, en https://aramanzanillo.org/es/
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.