El pasado diciembre, la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón hacía pública la presencia continuada de una pareja de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en el Parque Natural del Moncayo, apuntando la posibilidad de que pudiese confirmarse la nidificación por primera vez de esta especie en Aragón fuera de su área de distribución pirenaica.
Los servicios técnicos y los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón pusieron en marcha un programa específico de seguimiento que permitió confirmar que la hembra llegó a poner al menos un huevo. Sin embargo, gracias a esta vigilancia se constató que no se producía traslado de alimento al nido para la ceba de un posible pollo y, después de varias jornadas de comprobación, a mediados del pasado abril se pudo confirmar que el nido se encontraba vacío.
La pareja de quebrantahuesos instalada en el Moncayo está formada por Ezka, una hembra de cinco años marcada en Navarra y un macho adulto sin marcas, pirenaico. El fracaso reproductivo de esta pareja entraba dentro de lo probable, no sólo por ser la primera vez que lo intentaban en un lugar nuevo para la especie como hábitat de reproducción sino también por la juventud de estas aves, indican desde el Gobierno de Aragón.
“En cualquier caso, este intento reproductor del quebrantahuesos, de manera natural y fuera del entorno pirenaico, es una noticia extraordinaria para la conservación de la especie en la Península Ibérica, más aún si se tiene en cuenta la escasa capacidad colonizadora que caracteriza a esta especie”, explican las mismas fuentes.