Un reciente seguimiento de la expansión de la tórtola turca en la República Dominicana demuestra la utilidad de combinar los datos obtenidos por la ciencia ciudadana con los manejados por los investigadores. Este estudio en concreto se basó en la gran base de datos de aves eBird y en una expedición científica española.
Por Álvaro Luna y otros autores
La tórtola turca (Streptopelia decaocto) ha llevado a cabo una expansión sorprendente en algo más de un siglo, que la ha llevado a ocupar prácticamente toda Europa por sus propios medios. Este avance imparable le ha permitido alcanzar también al norte de África y lugares tan remotos como Japón y Corea.
En América se la considera una especie invasora, ya que apareció en la década de los setenta del pasado siglo, a raíz de un escape involuntario en el Caribe, es decir, que no llegó de modo natural.
Desde ese momento, la tórtola turca ha ocupado buena parte de Estados Unidos, Canadá y México, por donde continúa descendiendo hacia Centroamérica.
En el Caribe, donde empezó su periplo americano, aparece en diferentes islas. Pero no se había constatado aún su presencia en La Española -isla que engloba a Haití y República Dominicana- ni aparecía en ninguna guía de aves de la zona.
Usando datos de la plataforma de ciencia ciudadana eBird, junto con la información obtenida durante una expedición científica llevada a cabo en junio de 2017, pudimos constatar que la tórtola turca comenzó a citarse en República Dominicana a comienzos del siglo XXI. A día de hoy está instalada en el país.
Hasta 2017 en eBird la tórtola turca se ha citado en 16 localidades de la República Dominicana, con el 95% de las observaciones realizadas en ciudades costeras.
En nuestra expedición recorrimos unos 2.000 kilómetros repartidos entre todo tipo de hábitats. A la especie la detectamos en cuatro ciudades, a lo que se añadió una cita de un año antes de un miembro de la expedición en isla Saona (primera cita para esta ubicación).
Las mayores abundancias relativas se encontraron en las ciudades de Santiago y Puerto Plata, a 270 kilómetros de Punta Cana, donde había sido citada por primera vez quince años antes.
Siempre en ciudades
No se sabe a ciencia cierta si la tórtola turca dio el salto por sí misma desde islas cercanas -Cuba o Puerto Rico- o si ha llegado gracias al ser humano, pero está claro que algo más de una década ha sido suficiente para llegar casi de una punta a la otra de la República Dominicana, estableciéndose en diferentes ciudades del mismo.
La tórtola turca no fue detectada en ningún otro tipo de hábitat que no fuese el urbano, pese a la cantidad de kilómetros que recorrimos. No creemos que fuera por problemas en el muestreo, ya que la especie es fácilmente detectable allá donde está.
Tengamos en cuenta que con el mismo método de muestreo pudimos detectar siete de las nueve especies de columbiformes presentes en el país, tanto en ciudades como ambientes naturales.
Las ciudades, al tener menor densidad de depredadores y acceso más fácil a comida y refugio, parecen estar favoreciendo el asentamiento y expansión de la tórtola turca por la República Dominicana.
Es posible, teniendo en cuenta la habilidad de esta especie, que siga empleando las ciudades para expandirse por todo el territorio. Por lo tanto cabe la posibilidad de que dé el salto a otro tipo de entornos, como el medio rural y natural.
Autores: Álvaro Luna (aluna@ebd.csic.es), Pedro Romero, José Luis Tella y Fernando Hiraldo trabajan en la Estación Biológica de Doñana, los dos primeros como doctorandos y los dos últimos como investigadores.
Más información: Álvaro Luna y otros autores (2018). Cities favour the recent establishment and current spread of the Eurasian collared dove Streptopelia decaocto in Dominican Republic. BioInvasions Records, 7. 10.3391/bir.2018.7.1.15.
NOTA DE REDACCIÓN
Este artículo fue publicado inicialmente en el cuaderno 389 de la revista Quercus, correspondiente a julio de 2018.