En el debate que se ha abierto sobre el traslado a las costas mediterráneas de águilas pescadoras procedentes del norte de Europa, iniciado por un artículo publicado en Quercus 409 (marzo de 2020), los defensores del proyecto explican a continuación por qué estas reintroducciones son necesarias y están justificadas.
Por Miguel Ferrer y otros autores
Recientemente, Rafel Triay y otros autores proponían en Quercus, a través del artículo Sin ejemplares nórdicos en la reintroducción del águila pescadora, que no se utilizasen águilas pescadoras (Pandion haliaetus) de las grandes poblaciones en crecimiento del norte de Europa en los proyectos de reintroducción en el Mediterráneo, porque pondría en riesgo la pureza genética de las poblaciones isleñas. También señalaban diferencias en la ecología y el comportamiento de las águilas pescadoras mediterráneas que podrían perderse con la mezcla de sangres. Ante estas diferencias, los autores subrayaron la importancia de mantener una raza pura en las islas.
Sin embargo, todos los estudios sobre las poblaciones de águila pescadora en Europa y África utilizando marcadores de microsatélites de ADN han mostrado el mismo resultado: no hay diferencias genéticas relevantes entre ambas. Las únicas diferencias importantes se hallaron entre los cuatro clados principales de la especie: norteamericano (P. h. carolinensis), de Bahamas (P. h. ridgway), indo/australiano (P. h. cristatus) y euroafricano (P. h. haliaetus).
Autores: Miguel Ferrer (mferrer@ebd.csic.es ) y Roberto Muriel (ambos de la Estación Biológica de Doñana), Virginia Morandini (Oregon State University, Estados Unidos), Carlos Torralvo (Fundación Migres), Roy Dennis (Highland Foundation for Wildlife, Reino Unido) y Ian Newton (Centre for Ecology & Hydrology, Reino Unido).