Las acequias tradicionales de careo de Sierra Nevada, empleadas para guiar el agua del deshielo y destinarla a regar cultivos, irrigar pastos o surtir fuentes, son un ejemplo de soluciones basadas en la naturaleza (foto: José Miguel Barea).
Lunes 31 de agosto de 2020
A estas alturas quedan pocas dudas sobre la importancia de los espacios protegidos para la conservación de la biodiversidad. Pero es ahora cuando se empieza a reconocer su papel como suministradores de unos bienes y servicios que comienzan a ser identificados y valorizados en detalle. Aquí es, precisamente, donde incide el proyecto LIFE Adaptamed, al que dedicamos en Quercus un monográfico especial.
SUMARIO
Espacios emblemáticos como escenarios del cambio global
Ecosistemas que nos protegen
La cultura de la gobernanza es clave
Comunicación y difusión
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