Opinión

Una oportunidad para las graveras de Guma, en Burgos

Aspecto de una de las graveras naturalizadas de Guma, en la Ribera de Duero burgalesa (foto: Jesús Abad).
Lunes 31 de agosto de 2020
El olvido y, en el peor de los casos, la desaparición marcan el destino de muchos pequeños humedales repartidos por toda la geografía española. Ejemplo de ellos son las graveras de Guma (Burgos), cuyo futuro se ve ensombrecido por el desconocimiento y la falta de valoración de su riqueza natural.

Por Candelas Iglesias y Jesús Abad

Desde hace más de cincuenta años se llevan a cabo en la localidad de Guma, en el término municipal de La Vid y Barrios, dentro de la Ribera del Duero burgalesa, actividades extractivas de áridos. A lo largo del tiempo se han formado unas graveras que poco a poco se han ido naturalizando, formando un rico mosaico en el que se intercalan humedales y pequeños taludes.

El espacio de la explotación linda con la ZEC “Riberas del Río Duero y afluentes” y con el Camino Natural Senda del Duero. A raíz de la situación creada se han desarrollado hábitats propicios para la cría y el campeo de numerosas especies ligadas a ecosistemas acuáticos, entre las que destaca el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), el chorlitejo chico (Charadrius dubius), la garceta común (Egretta garzetta) o el martín pescador (Alcedo atthis). Mientras, en los taludes artificiales se ha formado una gran colonia de avión zapador (Riparia riparia) y, en menor medida, de abejaruco (Merops apiaster).

Además hay que señalar la diversidad de anfibios, reptiles, e incluso mamíferos que, como los tejones (Meles meles) y los zorros (Vulpes vulpes), tienen sus guaridas en este lugar. A todo ello se suma una amplia variedad de invertebrados (odonatos y lepidópteros, por ejemplo).

A pesar de la predisposición del promotor a no realizar ningún tipo de actuación en plena época de cría de las aves y a intentar mantener alguno de los humedales creados, la necesidad del pago de un canon por estar declaradas las tierras como de regadío se ha traducido en que los ecosistemas acuáticos y taludes formados están siendo rellenados con el objetivo de efectuar plantaciones alóctonas de álamos híbridos (Populus x canadensis). Con la rentabilidad de su corta se pretende compensar el pago del citado canon, mientras los humedales del lugar se van perdiendo.

Vecinos de la Ribera del Duero y asociaciones y empresas de ecoturismo y educación ambiental vinculadas a esta zona se están movilizando para salvar estos valores naturales. Un primer paso ha sido solicitar que la administración y el propietario puedan llegar a algún acuerdo que permita compatibilizar la actividad extractiva con el mantenimiento o la mejora de la biodiversidad, conservando los hábitats que se han creado y las especies que poco a poco han ido asentándose en ellos.

Actuaciones similares se han realizado en el cercano municipio ribereño de Villalba de Duero, también en la provincia de Burgos, cuyas antiguas graveras se han incluido en la red de senderos de pequeño recorrido de la Ribera del Duero burgalesa.

Autores: Candelas Iglesias es licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad de Salamanca. Jesús Abad (jabadsaga@yahoo.es) es licenciado en Geografía por la Universidad Complutense de Madrid.


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