En un reciente artículo científico en Journal of Avian Biology se ha propuesto que las pardelas pichonetas de Canarias sean tratadas como una subespecie endémica. Este hallazgo debería impulsar la conservación de la población reproductora en el archipiélago de un ave marina que se sospecha que no pasa por su mejor momento.
Por Airam Rodríguez y Beneharo Rodríguez
La pardela pichoneta (Puffinus puffinus) se reproduce únicamente en islas e islotes del Atlántico Norte, desde Islandia hasta Canarias. Las mayores colonias se concentran en las islas menores próximas a Gran Bretaña e Irlanda.Con más de doscientos artículos científicos y varias monografías, es una de las aves marinas más estudiadas del mundo, sobre todo por lo que se refiere a las poblaciones norteñas, donde la especie es bastante abundante. Sin embargo, no sabemos demasiado de las pequeñas poblaciones del sur, es decir, de Azores, Madeira y Canarias.
Los hábitos de cría de la pardela pichoneta hacen muy complicado su estudio, ya que visita las colonias por la noche y nidifica bajo tierra y en lugares escarpados de difícil acceso.
En Canarias, donde se conoce su cría de forma segura en Tenerife y La Palma, nuestra mejor evidencia de su reproducción proviene de los ejemplares juveniles encontrados encandilados por la contaminación lumínica, puesto que actualmente no se conoce ningún nido activo en todo el archipiélago.
Autores: Airam Rodríguez (airamrguez@gmail.com) es doctor en biología e investiga los impactos de la contaminación lumínica en la biodiversidad. Beneharo Rodríguez (benerguez@gmail.com), biólogo, centra su trabajo en las aves rapaces y marinas de Canarias.