La buena noticia es que en octubre de 2020 un grupo de naturalistas descubrió la mayor población catalana de jara cervuna. La mala es que la remota zona montañosa del interior de la provincia de Tarragona donde se ha hecho este hallazgo está amenazada por un parque eólico cuyas obras iniciales ya se han puesto en marcha.
Por Joan Ramon Mendo y Llorenç Sáez
La conservación de la flora amenazada incluye diversos mecanismos: jurídicos (listado de especies protegidas en un territorio), científicos (investigación), técnicos (aplicación de acciones conservacionistas) y divulgativos.
En Cataluña rara vez se adoptan medidas que vayan más allá de la protección teórica –legal– de las especies. De hecho esta comunidad autónoma no dispone en la actualidad de ningún Plan de Conservación o Plan de Recuperación aprobado en relación a la flora.
Las comunidades autónomas limítrofes con Cataluña -como la gran mayoría- tienen planes aprobados y en ejecución. En algunos casos se trata incluso de revisiones de planes que se pusieron en marcha hace bastante tiempo.
AUTORES
Joan Ramon Mendo (meb@tinet.org), químico, bioquímico y naturalista, está vinculado a diversas asociaciones y plataformas ecologistas de ámbito local con el objetivo de salvaguardar el patrimonio natural y la biodiversidad en el sur de Cataluña.
Llorenç Sáez (llorens.saez@ uab.cat), doctor en Biología, es profesor en la Universitat Autònoma de Barcelona. Desarrolla su labor investigadora en sistemática, biogeografía y conservación de plantas de la región mediterránea.