Los datos obtenidos por el Servicio de Vida Silvestre de la Generalitat Valenciana durante los últimos cinco años muestran un fuerte declive en las poblaciones de náyades o bivalvos de agua dulce. Repasamos aquí las diferentes amenazas que se ciernen sobre estos moluscos y qué soluciones podrían adoptarse para revertir la actual situación.
Por Jesús Hernández, Pilar Risueño, José Velázquez y Antonio Pradillo
En 2005 la Generalitat Valenciana, a través del Servicio de Vida Silvestre (SVS), inició un programa de actuaciones encaminado a incrementar el escaso conocimiento que teníamos hasta entonces acerca de las poblaciones de náyades, tanto en lo que respecta a su distribución como a su estado de conservación. Los bivalvos de agua dulce están representados en la Comunidad Valenciana por apenas tres especies: Unio mancus, Potomida littoralis y Anodonta anatina. Además, las dos primeras están consideradas especies vulnerables en el Catálogo Valenciano de especies de fauna amenazada (1).
Los resultados de aquellos primeros años de trabajo fueron ya publicados en esta misma revista (2). Desde entonces, el equipo técnico del Centro de Conservación de Especies Dulceacuícolas de la Comunitat Valenciana (CCEDCV), dependiente del SVS, viene realizando prospecciones en las principales colonias para determinar su evolución, lo cual ha permitido identificar varias de las amenazas que se ciernen sobre estos moluscos conocidos por los valencianos como petxinots.
AUTORES
Jesús Hernández Núñez de Arenas, Pilar Risueño Mata, José Velázquez Cano y Antonio Pradillo Carrasco trabajan en la empresa pública VAERSA, donde desarrollan conjuntamente labores de conservación de fauna acuática amenazada desde el Centro de Conservación de Especies Dulceacuícolas de la Comunidad Valenciana (CCEDCV), adscrito al Servicio de Vida Silvestre de la Generalitat Valenciana.