En los últimos años se ha perdido la mayoría de las parejas de cigüeña negra que criaban en la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia. Estos datos reflejan la degradación de los hábitats de este espacio protegido del suroeste de la provincia de Salamanca, donde la defensa de la biodiversidad sigue siendo la gran asignatura pendiente.
Por Jesús Garzón, Ramón Grande del Brío, Alberto Hernando y Julián Martín Garde
La biodiversidad de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia viene dada en gran parte por la variedad de ambientes y hábitats de esta zona del suroeste salmantino. Entre el punto más alto, en la Sierra de Candelario, y el más bajo, en el río Alagón, en el término municipal de Sotoserrano, hay un gradiente altitudinal de más de dos mil metros.
Este valor natural está enriquecido por la presencia de especies emblemáticas cuyas poblaciones en la Reserva de la Biosfera, sin embargo, debido a la falta de interés por la conservación, vienen decayendo década a década.
Hasta finales de los años ochenta hubo aquí dos parejas de águila imperial (Aquila adalberti), que desaparecieron sin conocerse las causas. Una criaba en el actual Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia y otra en la sierra de Las Quilamas.
AUTORES
Jesús Garzón, Ramón Grande del Brío y Alberto Hernando son tres naturalistas pioneros en la conservación de los ecosistemas salmantinos y peninsulares.
Julián Martín Garde (acuhosecretaria@ gmail.com) es secretario de la asociación ecologistas Acuho.