Poco después se construyó un primillar que fue ocupado por el cernícalo primilla –alcanzándose las catorce parejas en el año 2012– y la carraca, entre otras especies.
Actualmente está a la venta un terreno colindante de casi ocho hectáreas, que en los últimos años ha acogido nidos de avutarda, sisón, alcaraván, ortega, y cuando se ha sembrado, también de aguilucho cenizo. El objetivo de Anser es ampliar la superficie de reserva para que sirva de refugio a las aves esteparias, habida cuenta de la intensificación agrícola que viene sufriendo su hábitat en los últimos años en la comarca de La Serena, con el empleo creciente de herbicidas, el laboreo en plena primavera, la implantación de olivares de regadío y hasta un proyecto para crear una planta fotovoltaica.
Para conseguir su objetivo, Anser solicita ayuda a través del este micromecenazgo:
https://bit.ly/3fN8I3j