Por Alejandro Delgado y Luis María Carrascal
De las 288 especies de aves nativas reproductoras en España, el pinzón azul de Gran Canaria (Fringilla polatzeki) es el endemismo con menor extensión geográfica y con un tamaño de población más reducido, de manera que está catalogado por la UICN como “En peligro”.
Durante mucho tiempo el pinzón azul de Gran Canaria estuvo incluido con el pinzón azul de Tenerife en la misma especie (Fringilla teydea), como paseriforme cuyo hábitat se restringía en exclusiva a los bosques de pino canario (Pinus canariensis), habiéndose descrito por primera vez en 1842 en Tenerife por Webb, Berthelot y Moquin- Tandon. Poco después, Bolle tuvo noticias de un pájaro similar en Gran Canaria, aunque nunca lo llegó a observar en sus expediciones a la isla. A comienzos del siglo XX, Oramas concluye que la especie es endémica de Tenerife tras buscarla infructuosamente en Gran Canaria, poniendo nuevamente de relieve que ya era un ave muy escasa en esta isla. Así, no es hasta 1905 cuando es localizada por Polatzek y descrita para la ciencia por Hartert como una nueva subespecie (F. t. polatzeki). El estatus taxonómico del pinzón azul de Gran Canaria cambió en 2016 y el ave pasó de ser subespecie a ser especie claramente diferenciada, atendiendo a la distancia genética y rasgos morfológicos y acústicos (1, 2, 3).
AUTORES
ALEJANDRO DELGADO GENTO, consultor ambiental, ha participado en numerosos trabajos de campo con aves en Canarias, mayormente con SEO/BirdLife y el Cabildo de Gran Canaria. Acumula más de diez años de experiencia con el pinzón azul de Gran Canaria, principalmente mediante anillamiento, censos y seguimiento de ejemplares y nidos, así como participando en los proyectos de reintroducción de la especie desde sus inicios.
LUIS MARÍA CARRASCAL DE LA PUENTE es profesor de investigación del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Sus intereses se centran en la biología de la conservación de aves y en el determinismo de su distribución y abundancia a escala local y regional teniendo en cuenta la historia natural de las especies (en aspectos tales como ecomorfología, uso del espacio-preferencias de hábitat, conducta de obtención de alimento y termorregulación).